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sábado, 27 de marzo de 2010

Ufa. apuntes sobre la auuuusencia.



Lo que mata es sentir que no se puede generar interés en el otro.
Ni con la presencia, ni con la ausencia.
Ya no sé decidir si es peor la sensación de ser el dejador o la de ser el dejado, la impotencia de no poder manejar lo que uno siente, o la impotencia de no poder manejar
lo que siente el otro. La decepción del no querido o el vacío del que deja de querer. Woody Allen en Todos dicen te quiero, (un musical en el que actuaban Edward Norton -cantaba!- Drew Barrymore, Natalie Portman como a los 11 años, Goldie Hawn) definía esta dicotomía en términos de leaver y levee, o de levee y left... sin llegar a una conclusión concreta.
No soy la única, creo, en dudar de Woody Allen a la hora del consejo sentimental. Pero yo tampoco estoy muy segura.
Hay algo que sí sé: definitivamente me siento como el orto en ambas situaciones.
Por suerte hay familia, amigos, libros, pelis... acabo de terminar las Vírgenes Suicidas de Geoffrey Eugenides...
Todavía estoy a medio metro del suelo. Es un libro increíble. Me llevó a una adolescencia mía y ajena, y me trajo de vuelta.
Ahora hay que terminar El Perfume. Otro cacho de libro.



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